Prohibido el deporte en grupos en el parque

Taichi

Imagina que estás haciendo ejercicio con un grupo de personas en un parque, después de haber corrido os dedicáis a hacer algunos estiramientos, abdominales o cualquier otros ejercicio en la hierba. En estas aparece un guardia municipal y os dice que no podéis estar allí, que está prohibido hacer ejercicio en grupo en ese parque ¿¿?? Esto ha pasado en Denver, una de las ciudades más saludables de Estados Unidos (Ironía: en Denver puedes fumar marihuana en la calle pero no hacer deporte en grupo).

Cuando leí el titular de la noticia me pareció una barbaridad. Del “Prohibido balones y pelotas” al “Prohibido hacer ejercicio en grupos”. Un paso más en la vía de reclusión del deporte y la actividad física a espacios específicos y parcelados. Una limitación del aspecto público de calles, plazas y parques.

Sin embargo, leer la noticia completa lleva a una mayor reflexión. Resulta que la mayoría de estos grupos son organizados por empresas que emplean el espacio público para una actividad comercial y no pagan por la utilización del espacio como pueden hacerlo otras actividades como terrazas de hostelería, conciertos, puestos de venta, etc.

Al parecer la oferta deportiva comercial en espacios públicos ha llegado a tal nivel que se generan “multitudes sudorosas que pueden ser una molestia, monopolizando las aceras y parques”. En realidad no esperaba esta situación por lejana. Por aquí comienzan a surgir iniciativas deportivas comerciales que se realizan en parques, pero están muy lejos de tener una presencia como para considerarlas una molestia. De hecho, en algunas ocasiones he planteado el interés de realizar actividad deportiva municipal en el espacio público como oportunidad, dado que creo que es una opción más lógica dentro del servicio público y me preocupa el hecho de que se vaya tan por detrás de la oferta privada.

Sin embargo, llegar a prohibir, regular o crear tasas sobre estas actividades me genera dudas. Por una parte creo que es bueno que el deporte salga a la calle ya que esto ayuda a generar vivencias en el espacio público y ayuda a que otras personas se animen gracias al “efecto arrastre”. Por otra, creo que si estas actividades llegan a molestar al resto de personas y además son claramente comerciales y alguien se está lucrando con la utilización de este espacio, no debe de dejar de estar regulado al igual que otras actividades.

No termino de verlo claro. ¿Hasta dónde se puede estirar esta lógica? Las bicicletas de alquiler también circulan por un espacio público… ¿Y si un entrenador profesional me pone un entrenamiento para correr por la calle o el parque?…

Imagen:  Mark Faviell Photos en Flickr.

6 Respuestas a “Prohibido el deporte en grupos en el parque

  1. Juanma, aquí mismo, en la costa de Gipuzkoa ya está pasando en las playas con las escuelas de Surf. En Zarautz han empezado a limitar zonas y horarios, con distinto tratamiento para escuelas locales – que pagan impuestos – y para freelance forasteros que organizan estancias de vacaciones con curso de surf incluído.

  2. En Monterrey, México es común que entrenadores de carrera pedestres tomen las vias públicas para hacer sus entrenamientos de sus grupos, cobrándoles a razon de 25 dólares mensuales en promedio, hacen una labor social que louego lso municipios olvidan, pero en base a esas cuotas, deberian pagar algo al municipio para remodelación y no sentir que las plazas son solo de ellos.

    • Sí, eso es lo que me genera contradicciones. Entiendo que al igual que otros servicios que emplean el espacio público para generar negocio (el caso de las terrazas de bares y cafeterías), deben pagar algo por ese uso de un bien social. Sin embargo, ese uso también tiene un retorno a la sociedad en forma de ejemplo positivo.

      Además, me parece un paso peligroso a la hora de establecer qué paga y qué no. Un ejemplo: desde los 12 años he remado en un club, en los entrenamientos de carrera ibamos a correr por vías y parques urbanos (uso de espacio) También pagábamos unas cuotas mensuales para afrontar los gastos del club (pago). ¿Debería el club pagar al Ayuntamiento por el uso del espacio público?

      Como digo, veo lógico que una actividad comercial pague por el uso del espacio público, pero este caso me genera contradicciones.

  3. Me temo que no podemos encontrar una respuesta común. Hay casos y casos. El problema de la legislación es que no es capaz de distinguir. Y como siempre se fija en todo lo malo que un grupo de humanos, al juntarse, pueden hacer. La otra parte, la de lo que pueden hacer de bueno… eso queda al margen.
    Qué manía hiper-regulatoria, buffff.

  4. Pingback: Del ‘Gym-manta’ a la ‘Uberización’ del deporte | Economía en Chándal·

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