Entre los eSports y los IAsports

Los límites entre lo virtual y lo real se desdibujan y el concepto de deporte está experimentando una metamorfosis sin precedentes. Recientemente, el Comité Olímpico Internacional (COI) ha dado un paso sorprendente, a pesar de ser esperado, al anunciar la creación de los Juegos Olímpicos de eSports . Este movimiento no solo reconoce el creciente impacto de los videojuegos competitivos, sino que también desafía muchas nociones tradicionales de lo que constituye un deporte.

Los eSports, o deportes electrónicos, han pasado de ser un pasatiempo de nicho a convertirse en una industria multimillonaria con millones de seguidores en todo el mundo. Los torneos de videojuegos como «League of Legends», «Dota 2» y «Fortnite» llenan estadios, y los jugadores profesionales son tratados como superestrellas. Muchos agentes del ecosistema de los eSports son, a su vez, importantes patrocinadores del COI. En este contexto, el COI ha dado este paso con los eSports, que parece más económico que de modernización del deporte.

Los eSports, inteligencia humana y avatares digitales

En los eSports, los jugadores controlan avatares digitales en mundos virtuales, utilizando su destreza, rapidez de reflejos y capacidad de toma de decisiones para superar a sus oponentes. A primera vista, esto puede parecer un alejamiento radical de los deportes tradicionales, que generalmente implican actividad física intensa. Sin embargo, los eSports comparten varios elementos clave con los deportes convencionales: competición, estrategia, entrenamiento riguroso y, sobre todo, un profundo compromiso con la mejora continua. Los humanos utilizan su razonamiento y su habilidad para mover avatares electrónicos, empleando su inteligencia y habilidades estratégicas en la competición.

La participación de la IA en los deportes tradicionales

Mientras tanto, en los deportes físicos tradicionales, la IA ha comenzado a desempeñar un papel cada vez más significativo. Equipos de fútbol, baloncesto y otros deportes están utilizando algoritmos avanzados para analizar el rendimiento de los jugadores, diseñar estrategias y tomar decisiones en tiempo real. Estos sistemas de IA pueden procesar enormes cantidades de datos mucho más rápido que los humanos, ofreciendo insights que pueden ser la diferencia entre la victoria y la derrota.

Carolina Marín y su equipo emplean IA para analizar su estado de forma, el juego de la rival y adaptar su preparación y estrategia en el partido.

Liverpool FC y Google Deepmind han creado TacTicAI, un asistente con Inteligencia Artificial para ofrecer recomendaciones tácticas realistas y precisas en los partidos. Cada vez más entrenadores utilizan programas de IA para analizar patrones en los partidos, identificar las debilidades del oponente y predecir los movimientos futuros.

Emirates Team New Zealand entrenó a un agente inteligente para que les ayudase a diseñar las hidroalas para la Copa América de vela. Lo entrenaron en el simulador y en poco tiempo era capaz de vencer a la tripulación. Reconocieron la gran capacidad táctica y estratégica de este agente inteligente.

En estos escenarios, los deportistas se convierten en ejecutores de una estrategia diseñada por una entidad artificial. Esta colaboración entre humanos y máquinas plantea una cuestión intrigante: ¿quién tiene realmente el control? ¿Es el humano el que juega, o es simplemente un avatar que lleva a cabo las instrucciones de la IA?

IAsports, inteligencia artificial y avatares humanos

Estos deportes que he mencionado están absolutamente reconocidos y es de esperar una importancia creciente de la IA en la toma de decisiones tácticas y estratégicas que ejecutarán humanos. Unas decisiones que superarán (ya lo hacen) a las humanas. Unos entrenadores que servirán como simples elementos comunicadores de las decisiones que tome la IA. Ya que lo hace mejor, y lo que queremos es ganar, cedamos a la IA el mando que mueve los “muñecos” humanos. Hablemos de IAsports.

Puede parecer descabellado, pero no lo es tanto. Pensemos en que ya existen trabajos que se limitan a ejecutar directamente las ordenes de una IA. Piensa en esas personas que traen los paquetes de Amazon a tu casa.

Prácticas híbridas entre eSports e IAsports

Surge otra pregunta fascinante: ¿dónde trazamos la línea entre deporte y no deporte? ¿Podría una práctica híbrida, en la que la IA diseñe estrategias y avatares digitales las ejecuten, ser también considerada deporte? Al fin y al cabo, aceptamos como deportes prácticas con ambas realidades. La gran pregunta: ¿es necesaria la participación humana directa para que pueda ser considerado deporte?

Me temo que ya hemos obviado todos los límites razonables que puedan llevar a acotar lo que se puede considerar deporte y lo que no, según haya o no participación humana. En esencia, una partida de “League of Legends” jugada por dos agentes de inteligencia artificial puede ser considerada deporte. Podríamos dar la medalla al equipo de personas que han programado el agente inteligente ganador.

Pero, como en tantas ocasiones en la historia, cuando nos pasamos por el forro la filosofía y la ética, es la economía la que guía nuestro camino. Si despojamos de presencia humana al deporte, muy probablemente ese deporte totalmente sintético deje de captar nuestra atención. El factor humano, de momento, sigue siendo fundamental para que una competición sea atractiva y es por eso por lo que algunas competiciones muy tecnológicas como la F1 o la Copa América están limitando el uso de la tecnología. Pero eso, de momento.

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