Voluntariado y Capital Social

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Hace tiempo ya escribimos algo sobre el Capital Social en losclubes deportivos y tratábamos de explicar los motivos por los que la perspectiva del Capital Social “puede ser una vía de análisis y de elaboración de propuestas de trabajo muy adecuada para los clubes deportivos ya que, por la propia definición de club deportivo, la influencia de sus socios y socias y de su entorno es mayor que en el caso de las empresas”.

Tras escribirlo y comentar sobre el asunto llegó a nuestras manos un artículo sobre el tema. El artículo se publicó en la Sociology of Sport Journal nº 24 de Junio de 2007 y lleva por título “Sport Volunteerism and Social Capital” y sus autores son Jean Harvey y Maurice Lévesque de la Universidad de Ottawa y Meter Donnelly de la Universidad de Toronto.

El citado estudio se centra en la relación entre el voluntariado deportivo y el capital social, definido como un recurso que se deriva de la participación en ciertas relaciones sociales. Explora diferentes aspectos del voluntariado deportivo en dos comunidades canadienses (una francófona y otra anglófona) y muestra una fuerte relación entre el Voluntarismo (llamaré así al fenómeno general) Deportivo y el Capital Social.

Algunos resultados interesantes del estudio podríamos resumirlos en:

1. El estudio muestra importantes diferencias entre hombres y mujeres. Unas diferencias muy evidentes en dos indicadores habituales en la medición del Capital Social: el valor medio al que se accede y el total de recursos a los que se accede; en ambos casos se observa una clara desventaja de las mujeres. Estos indicadores nos muestran que el valor de “los contactos” de las mujeres y el número total de “contactos” es menor en el caso de las mujeres voluntarias.
Este resultado coincide con otros estudios sobre Capital Social que muestran un déficit estructural de Capital Social de las mujeres. El problema se centra en que las relaciones con mayor valor son las conocidas como “lazos débiles” (conocidos/as y personas del entorno no cercano). Los “lazos fuertes”(familiares, personas muy cercanas), en cambio, no aportan tanto valor al Capital Social de las personas y organizaciones. Bajo esta premisa, las mujeres habitualmente cuentan con más “lazos fuertes” que los hombres, pero en lo que respecta a “lazos débiles” la desventaja es notable.

2. Por otra parte, se observa la importancia de la edad tanto en el número de relaciones como en su valor en términos de Capital Social. A mayor edad, mayor Capital Social. Esto resulta previsible ya que la aumentar la edad, habitualmente mejora la situación laboral y el nivel de sus contactos.

3. Existe una relación directa entre el Voluntarismo Deportivo y el Capital Social. El problema del estudio es que la muestra es muy limitada y no se puede precisar la dirección de esta relación. En otras palabras, los autores no son capaces de asegurar si las personas que cuentan con un elevado Capital Social tienen tendencia a participar más en el voluntariado deportivo. O bien, si dedicar parte del tiempo al voluntariado deportivo hace que el Capital Social de una persona aumente.

En resumen, el artículo es muy interesante, no tanto por los resultados que muestra debido a la limitación de datos, sino por la vía de investigación que abre con la vista puesta en el voluntariado deportivo y su fomento. Un voluntariado deportivo que tiene una importancia vital en el sistema deportivo de la mayoría de países, y que en muchas ocasiones, cuando se habla de “la crisis del voluntariado” se opta por políticas de profesionalización y se arroja la toalla a la hora de fomentar este voluntariado.

Foto:   lisadragon
Artículo publicado originalmente el 26 de octubre de 2007 en Avento.

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