Recuerdo esos recreos en la cancha o en el frontón del colegio, varios partidos simultáneos sobre la misma, en ocasiones hasta deportes y juegos diferentes.
Nuestras canchas de juego y frontones están llenos de líneas de diferentes colores, cada color delimita el campo de juego de cada deporte. De este modo podemos apreciar una madeja de líneas que sin embargo somos capaces de entender, obviando las líneas que no corresponden al juego del momento. Interesante la capacidad de nuestro cerebro para abstraernos y prácticamente borrar de nuestra vista las líneas que no eran relevantes.
Bueno, pues parece que este lío de líneas se puede acabar. Este gimnasio utiliza iluminación LED para cambiar las líneas del suelo según el deporte que se va a practicar.
Echo de menos la posibilidad de las partidas simultáneas. ¡Qué recuerdos!
Vía Microsiervos