Hacia un modelo sostenible de turismo deportivo (V)

Wingsuit

(Continuación)

Participación y Capital Social

Tanto desde un punto de vista social como ecológico, la participación de la población y agentes del propio territorio son claves para el desarrollo del modelo de turismo deportivo del mismo. Este debe ser el punto de partida para el establecimiento de una estrategia de este tipo, a través de una información completa, clara y abierta; de una participación de todos los agentes en la evaluación de la misma, y del establecimiento de mecanismos para la toma de decisiones conjunta.

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El modelo de turismo deportivo y su estrategia deben incluir la puesta en marcha de esos mecanismos de participación desde su propia definición hasta la gestión posterior. La comunicación, entendida en un sentido multidireccional, no simplemente informativa, debe contar con un plan y una gestión propia que dinamice e involucre a toda la población y agentes.

Por otra parte, la participación debe orientarse al cambio, entendida como una cesión de poder a la hora de tomar decisiones. Esta cuestión es muy importante, ya que todos conocemos procesos participativos que se limitan a ‘cubrir el expediente’ y servir de bálsamo para justificar decisiones que realmente se toman desde otras instancias ajenas a la ciudadanía, por ser consideradas «importantes o estratégicas». No, la participación real y efectiva no es fácil ni sus procesos son rápidos, pero a largo plazo es la que permitirá generar dinámicas comunitarias fuertes y una involucración de la población.

Es necesario que la comunidad residente analice el estado en que se encuentra, decida y controle hasta dónde quiere llevar el modelo, tratando de evitar que la explotación del territorio quede en manos de empresas o capital de fuera de la zona[i], cuyos intereses no suelen coincidir con los de las personas locales y alejan las plusvalías generadas por el territorio.

El enfoque de ‘Capital Social’ se muestra muy adecuado para la puesta en marcha de estos modelos de turismo deportivo para el desarrollo local. En esta forma de «capital» suelen incluirse normas, valores o creencias que facilitan la convivencia y la capacidad de relacionarse de las personas, grupos y administraciones.

El modelo de turismo deportivo, en consonancia con la propuesta de modelo integral mixto endógeno-exógeno, incluiría medidas para la generación de Capital Social tanto a niveles micro como macro, en procesos ascendentes (bottom-up) y descendentes (top-down)[ii]

Esta propuesta en la práctica, deberá incluir procesos con el objetivo de aumentar el sentimiento comunitario y hacer del proyecto un objetivo común entre la población y agentes. Deberán incluirse también programas que faciliten el intercambio y las relaciones con personas y entidades de fuera del territorio, de modo que pueda existir un intercambio de experiencias y conocimientos, generar una red que enriquezca la oferta propia del territorio y la de a conocer fuera del mismo. Será necesario incluir mejoras en la capacidad de interrelación entre las Administraciones y la sociedad civil, facilitando entornos de diálogo, participación y toma de decisiones conjuntas, mejorando los procesos burocráticos y la eficiencia. Por último, es básico entender y en caso necesario mejorar, la credibilidad de las instituciones encargadas de la gestión colectiva. Comunicación, transparencia y participación son las claves fundamentales para todo ello.

 

Sostenibilidad medioambiental

El modelo propuesto pasa obligatoriamente por incluir la perspectiva medioambiental y asegurar sus sostenibilidad a lo largo del tiempo. Un modelo que «proteja el patrimonio natural que constituyen los ecosistemas y la diversidad biológica, y que se preserven las especies en peligro de la fauna y de la flora silvestre. Los agentes del desarrollo turístico, y en particular los profesionales del sector, deben admitir que se impongan limitaciones a sus actividades cuando estas se ejerzan en espacios particularmente vulnerables: regiones desérticas, polares o de alta montaña, litorales, selvas tropicales o zonas húmedas, que sean idóneos para la creación de parques naturales o reservas protegidas. 5) El turismo de naturaleza y el ecoturismo se reconocen como formas de turismo particularmente enriquecedoras y valorizadoras, siempre que respeten el patrimonio natural y la población local y se ajusten a la capacidad de ocupación de los lugares turísticos» (Código Ético Mundial para el Turismo, Naciones Unidas y OMT, 2001)[iii].

(FILES) This picture taken on May 23, 2010 shows a Nepalese sherpa collecting garbage, left by climbers, at an altitude of 8,000 metres during the Everest clean-up expedition at Mount Everest. Climbers scaling Mount Everest will have to bring back eight kilograms (17.6 pounds) of garbage under new rules designed to clean up the world's highest peak, a Nepalese official said March 3, 2014. AFP PHOTO/Namgyal SHERPA/FILES

Para lograrlo es necesario que el modelo se apoye en técnicas de evaluación de impacto ambiental tanto en la planificación del mismo como en su gestión. «Debe asegurarse que los costos de evitar ciertos efectos potenciales negativos sean tomados en cuenta en los análisis de preinversión» (Martínez y Blanco, 2013)[iv]

Respecto a la fase previa, a la planificación del proyecto de turismo deportivo. Deberán establecerse los usos más apropiados a cada área del territorio. La ordenación de las actividades turístico-deportivas deberá apoyarse en estudios previos que determinen la capacidad del medio para acoger dichas prácticas, buscando una utilización óptima de los recursos naturales existentes y una acorde distribución de estas actividades, en función de las características físicas y biológicas del espacio (Luque, 2006)[v]. Estos estudios previos se muestran muy necesarios para tratar de conocer la Capacidad de Carga de los territorios en los que se realizarán las actividades. Eso sí, no basta con realizar estudios previos y darles un uso simplemente informativo. Éstos deben servir para imponer la sostenibilidad como límite, que establecerá la posibilidad de desarrollar determinadas actividades o implantar determinados proyectos de turismo deportivo en la naturaleza.

Respecto a la gestión del turismo deportivo en el territorio. Hay muchas y muy diferentes actuaciones básicas que un modelo de turismo deportivo debe incluir para asegurar la sostenibilidad medioambiental en su gestión. Algunas propuestas:

  • Establecimiento de una adecuada normativa que regule estas actividades en el territorio.
  • Fomentar y obligar a que las empresas turísticas que operan en el territorio posicionen el medio ambiente natural, a la cultura local y a los residentes locales; en el centro de sus responsabilidades.
  • Implicar activamente tanto a empresas, administraciones, federaciones, asociaciones deportivas, medioambientales y culturales en la toma de decisiones generales.
  • Los límites al crecimiento del turismo (expresados en diferentes indicadores como, por ejemplo, la capacidad de carga) deben ser respetados de igual manera por autoridades públicas y empresas privadas y turísticas en todo el proceso de diseño del modelo y establecimiento de los límites al mismo.
  • Para ello será primordial el establecimiento de un sistema de monitorización y evaluación medioambiental que ofrezca información sobre el estado y la evolución del territorio con indicadores adecuados al mismo.
  • Comunicación y sensibilización de los valores culturales y naturales de la zona y de su vulnerabilidad.
  • Adecuada formación medioambiental tanto de guías y monitores deportivos como de personas implicadas en la gestión de empresas y actividades.

 

Recursos, actividades y productos

Una última reflexión fundamental que se repitió en las II Jornadas de Turismo Deportivo de Extremadura y que tal vez por lo evidente que es quiero plantearla aquí. Es clave entender la diferencia entre recursos, actividades y productos de Turismo Deportivo.

En muchas ocasiones nos encontramos con administraciones que habilitan y señalizan senderos o rutas para BTT o ponen en marcha campañas de turismo náutico de interior porque cuentan con numerosos lagos y pantanos. Estos senderos, rutas y lagos son simplemente recursos. Tienen un gran potencial, pero son sólo eso, potencial.

Sendero

Alrededor de esos recursos debe existir una oferta de actividades directamente relacionadas y otras paralelas que conjuntamente conformen un producto turístico. Una red de rutas BTT debe contar con servicios como guías, talleres, posibilidad de alquiler de bicicletas, etc. Pero también debe existir un abanico de oportunidades de alojamiento, gastronómicas, de ocio y una oferta cultural apoyada en el valor del propio territorio. Todos esos recursos y actividades podrán conformar productos completos comercializables.

Tal y como se planteaba en las Jornadas, de nada sirve quedarse en la simple habilitación de recursos. Las administraciones, los agentes turístico-deportivos y la comunidad local, deben trabajar en la conformación de productos atractivos y variados que permitan a quien acuda al lugar disfrutar de una experiencia completa, que cubra las necesidades e intereses que tendrá durante el tiempo que permanezca en ese lugar.

Limitarse a mejorar el estado de los recursos para la práctica físico-deportiva y a publicitarlos será malgastar el dinero si no tenemos en cuenta el resto de aspectos que completarán el producto turístico.

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[i] Lisbona, M.; Medina, F.X.; Sánchez, R. (2008) El turismo deportivo: visiones críticas sobre posibilidades de desarrollo local en España y México. Inx: Actualidad en el deporte: Investigación y aplicación. XI Congreso de Antropología: retos teóricos y nuevas prácticas, Donostia.

[ii] Moyano, E. (2005) Capital Social y desarrollo en zonas rurales. Documentos de trabajo, Instituto de Estudios Sociales Avanzados de Andalucía, Nº. 13.

[iii] OMT (2001). Código ético mundial para el turismo. Resolución adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, 21 de diciembre de 2001, A/RES/56/212.

[iv] Martínez, V. y Blanco, R. (2013) «Hacia una gestión sostenible de las actividades turísticas en los espacios rurales y naturales», Revista Internacional de Organizaciones, nº 10, (junio 2013, pp. 131–155)

[v] Luque, A. (2006), La evaluación del medio rural para el desarrollo sostenible de actividades físico deportivas en la naturaleza en Moscoso, D. y Moyano, E. Deporte y Desarrollo Rural, Sevilla, Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía

 

Imagen portada de Richard Schneider en Flickr

Imagen 2 de Fouquier ॐ en Flickr

Imagen 3 de ClauErices en Flickr

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