
Han pasado unas cuantas semanas desde la configuración de los nuevos ayuntamientos, diputaciones y gobiernos autonómicos. Tenemos en mente una serie de ideas claras, demandas y promesas electorales a las que debemos dar respuesta. Ahora es importante dar forma a todo esto, tratando de evitar que pasemos cuatro años yendo detrás de problemas puntuales pero no creando soluciones estructurales. Es el momento de marcar la diferencia. Es hora de formular, de verdad, las políticas públicas deportivas para los años venideros.
Cuando hablamos de “política pública deportiva” nos referimos al conjunto de decisiones, planes y acciones emprendidas por las instituciones públicas con el objetivo de abordar, regular y desarrollar la actividad deportiva dentro de una ciudad, territorio o país. Estas políticas pueden abarcar una amplia gama de temas, desde la promoción de la actividad física y el deporte entre la población general, hasta el apoyo a atletas de alto rendimiento, la construcción y mantenimiento de infraestructuras deportivas, y la organización de eventos deportivos. Las políticas públicas deportivas buscan mejorar la salud y el bienestar de los ciudadanos, promover la inclusión y la equidad, y contribuir al desarrollo económico y social a través del deporte.
Una correcta formulación de las políticas públicas dará sentido a las actuaciones que acometeremos. Proporcionarán un marco coherente que guiará las acciones del gobierno en materia deportiva. Esto ayudará a asegurar que todas las acciones estén alineadas con los mismos objetivos y principios, y que se estén moviendo en la misma dirección.
Dedicar ahora un esfuerzo en la definición de las políticas públicas deportivas nos ayudará a garantizar que los recursos se utilicen de manera eficiente y efectiva. Al establecer prioridades claras y estrategias para alcanzarlas, las políticas pueden ayudar a asegurar que cada acción contribuya al logro de los objetivos deseados.
Por supuesto, las políticas públicas deportivas proporcionarán previsibilidad y estabilidad, lo que puede ser especialmente importante para los actores del sector asociativo, privado y otros actores que necesitan planificar a largo plazo. Al establecer reglas y expectativas claras, las políticas pueden ayudar a reducir la incertidumbre y a fomentar la inversión y la innovación.
En efecto. Antes de comenzar a invertir en nuevas instalaciones, modernos servicios y soluciones innovadoras para la gestión, deberíamos trabajar en el marco en el que desarrollaremos todas esas acciones e inversiones. Ese marco es, o serán, las políticas públicas deportivas.
Comencemos identificando al detalle los problemas y necesidades a los que debemos dar respuesta. Muchos de esos problemas los tenemos claros, pero seguro que hay otros en los que no habíamos caído. Comprendamos esos problemas reales del deporte y diseñemos las acciones adecuadas.
Pero no podemos hacer esto solos. Necesitamos la participación de todo el ecosistema deportivo: deportistas, clubes, empresas, técnicos municipales y personas con responsabilidad política. También necesitaremos la participación de otras áreas municipales y, en muchos casos, de otras administraciones. Juntos, podemos hacer del deporte una parte integral de nuestra ciudad o territorio, y mejorar la vida de toda la ciudadanía.

¿Te interesa la política deportiva? Aquí puedes leer la serie DEPORTE, POLÍTICA Y POLÍTICA DEPORTIVA. Son diez artículos en los que desarrollo el tema.
Aquí puedes descargar el documento REIMAGINANDO EL SERVICIO DEPORTIVO MUNICIPAL, que incluye los textos de la serie de post con el mismo título.
Si quieres conocer algunos proyectos concretos en los que hemos trabajado los últimos años definiendo las políticas deportivas
- Plan Estratégico de Desarrollo Deportivo de Maia (Portugal)
- Plan Estratégico de la Actividad Física y el Deporte de Usurbil
- ActivaLab – Plan Estratégico del Deporte del Baix Llobregat
- Plan Estratégico de la Actividad Física y el Deporte de Ermua
- Estrategia del Deporte para Bilbao y Plan Estratégico de Bilbao Kirolak 2021-2024





