Construir comunidad… y polideportivos

Suelo insistir en el potencial transformador de una participación ciudadana bien articulada, especialmente en decisiones urbanas complejas que afectan directamente la vida cotidiana de las personas. La inclusión de las voces ciudadanas en la planificación urbana no solo garantiza que los proyectos reflejen las necesidades reales de la comunidad, sino que también fortalece el sentido de pertenencia y responsabilidad compartida hacia los espacios públicos.

Un ejemplo destacado de esta filosofía en acción es nuestro reciente proyecto para el diseño del programa de necesidades del nuevo polideportivo en Arrigorriaga. En él la participación ciudadana ha jugado un papel crucial en cada fase de su concepción. Este caso no solo ilustra cómo implementar la participación ciudadana en la práctica, sino que también revela su impacto en la creación de ciudades más activas y comprometidas.

El Ayuntamiento de Arrigorriaga nos contactó para diseñar y poner en marcha un proceso participativo con el objetivo de definir el programa de necesidades para su nuevo polideportivo. Este proceso comenzó con una consulta amplia a través de encuestas online, que recibieron una respuesta masiva de la comunidad, reflejando un alto grado de interés y compromiso con el futuro espacio deportivo. Recibimos más de 1.000 respuestas. Este primer paso fue fundamental para captar una diversidad de expectativas y necesidades, estableciendo una base sólida sobre la cual construir el proyecto.

Siguiendo la recolección inicial de datos, se formó un Grupo de Trabajo compuesto por ciudadanas y ciudadanos de Arrigorriaga con perfiles muy variados y diferente relación con el deporte. También se incorporaron técnicos municipales y representantes políticos. Este grupo fue vital para traducir las preferencias y preocupaciones ciudadanas en especificaciones concretas que guiaron el diseño del polideportivo.

Las deliberaciones del Grupo de Trabajo se desarrollaron a lo largo de tres sesiones de co-diseño, cada una centrada en distintos aspectos del polideportivo. Se discutieron desde los equipamientos básicos hasta cómo integrar el polideportivo con el entorno urbano y natural de Arrigorriaga. Además, se trabajó con diferentes escenarios presupuestarios, lo que permitió identificar qué elementos eran esenciales y cuáles deseables, asegurando que los recursos disponibles se utilizaran de la manera más eficiente.

El trabajo colaborativo permitió armonizar las necesidades técnicas del proyecto con las expectativas ciudadanas, asegurando que el polideportivo no solo fuera funcional, sino también un verdadero reflejo de los deseos de la comunidad. Este enfoque inclusivo resultó en un diseño ajustado a las prioridades locales, reflejando un equilibrio entre las necesidades detectadas y los recursos disponibles.

Este proyecto no es solo un ejemplo de infraestructura deportiva; es una demostración de cómo el urbanismo activo, cuando se realiza de manera inclusiva y participativa, puede actuar como catalizador de bienestar comunitario. El nuevo polideportivo de Arrigorriaga está destinado a convertirse en un punto de encuentro vital para el deporte y la recreación, fortaleciendo el tejido social y promoviendo un estilo de vida saludable y activo.

Cuando las comunidades se involucran, los resultados pueden ser no solo adecuados, sino inspiradores.

Deja un comentario