Cancha de basket colorida en Alessandria (Italia)
La urbanización Kroksbäck está situada en las afueras de Malmö. El área se urbanizó en la década de 1960 y, una década después, se dotó de un parque central de 26 hectáreas, compuesto por estanques artificiales, zonas verdes y equipamientos deportivos.
Debido a los asequibles precios de los pisos en la zona, la urbanización atrajo a una importante población estudiante y personas procedentes de otros países. La amplia oferta de equipamientos públicos de Kroksbäck y la constante renovación de su parque residencial han hecho del barrio una zona atractiva para vivir y un referente urbano. Kroksbäck es famoso por sus proyectos de diversidad.
Cuenta con numerosas actividades culturales en marcha con el objetivo de aumentar la integración social. La diversidad cultural de la zona ha propulsado un importante número de iniciativas orientadas a la integración social, con frecuencia centradas en niñas y niños. En los últimos quince años el Ayuntamiento ha instalado varios parques infantiles. Pero no se trata de los habituales parques ‘de catálogo’ sino parques que son proyectos propios, innovadores y que fomentan las actividades al aire libre.
Entre todos los equipamientos destacaría uno por su representatividad. Un equipamiento deportivo que ha alcanzado reconocimiento internacional y que ha sido pionero en el uso de equipamientos deportivos abiertos como generadores de dinámicas de atracción social y económica. Es el campo de Puckelboll o ‘Fútbol jorobado’; un campo de fútbol lleno de montículos y baches en el que la técnica futbolística tiene menor importancia que la suerte. El balón se mueve al azar en su superficie sinuosa.
Lo interesante del campo es que se ha convertido en un centro de atracción para la población de Malmö, un lugar al que acudir para jugar o pasar el rato incluso sin balón. También se ha convertido en un atractivo turístico y mucha gente que visita la ciudad se acerca por allí para conocerlo. Toda esta gente no iría a Kroksbäck de no ser por el campo de Puckelboll.
El campo ha facilitado una dinámica urbana muy positiva, convirtiendo un barrio satélite en un nuevo centro de actividad dentro de la ciudad. El campo de Puckelboll es un nuevo centro urbano.
Equipamientos y centralidad
Desde los inicios de la ordenación territorial y el urbanismo moderno los equipamientos públicos han sido elementos clave a la hora de dinamizar barrios o ciudades. Equipamientos culturales, deportivos o de diversas funciones han servido como puntos de referencia para generar nuevas centralidades urbanas.
Un equipamiento como centro es un lugar que tiene la capacidad de atraer y de influir en un ámbito espacial más amplio que sus propios límites físicos, generar dinámicas positivas que estimulan dinamización de actividades más allá de las características y funciones del propio centro.
En el caso de equipamientos deportivos, la ubicación del polideportivo, del estadio o del pabellón pueden responder a una intención de crear puntos de atracción social en entornos necesitados de revitalización. El desplazamiento de personas al equipamiento y la generación de actividades en ese espacio permiten generar nuevas dinámicas sociales que favorezcan el desarrollo socio-económico del barrio o zona en la que se ubican. De hecho, algunas decisiones de ubicación de equipamientos deportivos se realizan en áreas urbanas degradadas a revitalizar con este objetivo.
Acupuntura urbana
Sin embargo, tal vez sea posible generar dinámicas de centralidad similares sin necesidad de recurrir a grandes inversiones en equipamientos.
El reconocido arquitecto y urbanista Jaime Lerner, ex alcalde de la ciudad brasileña de Curitiba, aboga en su libro ‘Acupuntura Urbana’ por la capacidad de algunas intervenciones más modestas y con marcado carácter participativo para generar nuevas dinámicas urbanas que mejoren la calidad de vida en zonas periféricas. Jaime Lerner respalda el potencial regenerador de actuaciones concretas, que tendrán un impacto positivo en la totalidad de la ciudad.
Se trata de entender el impacto de los equipamientos más allá de la solución inmediata o la satisfacción de demandas puntuales. Es importante entender el equipamiento como una inversión con potencial de generar dinámicas positivas en la zona en la que se ubica y en la ciudad en general.
Cancha de fútbol que recupera la energía de las pisadas en la favela Morro da Mineira, de Río de Janeiro, Brasil.
Complejo Deportivo y Cultural Eleonel Herrera, Venezuela
Desde este planteamiento, un equipamiento relativamente sencillo como es el campo de Puckelboll o los presentados en este post pueden considerarse como una actuación de acupuntura urbana por su efecto directo en la mejora del espacio público para la población cercana, el atractivo para el resto de la ciudad y las dinámicas sociales y económicas que genera.
Cancha de basket diseñada por Ill-Studio and Pigalle en Paris.
Cancha de basket irregular en Munich.
Equipamiento multifuncional en Seoul, Corea del Sur.
Repensar las tipologías y localizaciones de los equipamientos
De acuerdo a esta propuesta, surge la necesidad de replantear la misión de los equipamientos deportivos habitualmente establecida en los Planes de Instalaciones Municipales. A los usuales criterios de número de población objetivo o demanda de prácticas, habría que incluir la capacidad de los equipamientos para la articulación urbana, la integración social, la cohesión de la comunidad o incluso los efectos en la imagen global de la ciudad. Si bien los Planes Generales de Ordenación Urbana deben incorporar estos criterios, la realidad muestra que en muchas ocasiones los espacios para ocio-recreación son ‘las sobras’ que hay que dejar para cumplir los estándares urbanísticos.
Por otra parte, la perseverante planificación urbana basada en la segregación de actividades y su consecuente especialización de espacios, tiende a generar equipamientos monofuncionales que pretenden la solución de una o pocas necesidades muy concretas. Paradójicamente esta especialización conlleva un menor aprovechamiento de los equipamientos ya que se pierden las sinergias que se producirían por la conjunción de actividades en el mismo espacio.
Las investigaciones en equipamientos deportivos abiertos muestran un importante uso de los mismos como centros de encuentro social, hasta el punto de que la mayoría de las personas que se encuentran allí no acuden a practicar deporte (Aldaz, Vozmediano, San Juan; 2015)[i]. En este sentido es importante entender que existen demandas de servicios muy diferentes entre la población. Se trataría, en definitiva, de crear espacios flexibles y polifuncionales que permitan un consumo colectivo diversificado. Frente a los habituales equipamientos reglamentarios que sólo sirven para un uso y con normas de funcionamiento institucionalizadas, debemos destacar el potencial de los espacios «convivenciales» (Ilich, 1985)[ii]
Campos deportivos no regulares en Bangkok.
Núcleo cultural La Ye Petare, Venezuela.
Cancha de basket adaptada al espacio en Dubrovnik, Croacia.
La ubicación adecuada, un diseño atractivo y polifuncional son una buena base de partida, sin embargo los equipamientos deberían cumplir otro requisito más complejo que estos. El equipamiento debe ser un símbolo para la ciudadanía que ha de sentirlo como propio. Desde la incorporación de los valores y símbolos locales, la participación ciudadana en la programación de actividades o la facilitación del equipamiento para actividades sociales, son muchas las claves a incorporar en estos equipamientos.
Un adecuado modelo de programación, gestión y facilitación de actividades permitirá que el equipamiento genere dinámicas positivas en el entorno cercano y en la totalidad de la ciudad.

Project Backboard en Menphis, USA.
Integralidad
La acupuntura urbana con equipamientos deportivos singulares tampoco se trata de realizar inversiones públicas o privadas aisladas sin relación entre ellas. Es importante crear un marco integrador que dé coherencia a las diferentes iniciativas y busque un equilibrio urbano entre todas ellas.
Algunas ciudades están apostando por el impulso de entornos, equipamientos y actividades identitarias propias de cada uno de sus barrios dentro de la identidad global de la ciudad con un enfoque de complementariedad. Un ejemplo es el proyecto de ‘Corazones de barrio‘ de Bilbao. Bajo este prisma diferenciador-integrador, la generación de una red de equipamientos deportivos singulares cobra todo su sentido y permite apoyar las políticas de equilibrio urbano deseadas.
————————————————————————
[i] Aldaz, J.; Vozmediano, L. y San Juan, C. (2015) ¿Son los espacios urbanos deportivos de libre acceso lugares FrontON o lugares FrontOFF?. En International e-Journal of Criminal Science, Artículo 4, Número 9 (2015) – Link
[ii]Illich,I; 2012 (edición original de 1973), La convivencialidad, Virus Editorial, Barcelona
————————————————————————