Batty32 estaba confuso, si eso era posible en su condición. Desde que comenzó a competir esta era la gran cita para la que había sido preparado. Tenía clara la técnica que debía emplear y la estrategia a seguir. Había analizado muchos Petabytes de datos de sus actividades y de sus competidores. Estaba seguro de cuál era el modo de alcanzar su único objetivo: ganar los Juegos Olímpicos.
Pero ¿Qué está haciendo ese memo? ¿Cómo es posible que plantee de esta manera la competición?
En los últimos años había incorporado soluciones de Inteligencia Artificial en sus rutinas y había sido capaz de adaptar sus dinámicas y programas a estos Juegos Olímpicos en los que ahora se encontraba y a los competidores a los que se enfrentaba.
Estaba agradecido, o algo, a la PROGRAMADORA. Es un poco ‘friki’ y en las soluciones de código que ha incluido en los programas se le nota que es una ferviente seguidora de Richard Stallman, pero la mejora en los procesos gracias a la continua actualización que ella y muchas otras personas han desarrollado en las herramientas de Inteligencia Artificial han hecho de Batty32 un competidor implacable.
Sin embargo, a pesar de todos los análisis realizados y de los avisos y recomendaciones enviadas, el USUARIO se empeñaba en utilizar una técnica que no se adaptaba en absoluto a las características del escenario de estos Juegos Olímpicos. Por no hablar de la estrategia que tenía planificada. Un desastre. ¿Acaso no había visto los más de 3 millones de competiciones anteriores del resto de competidores que Batty32 había analizado minuciosamente?
Batty32 se encontraba en un dilema ante el que nunca se había enfrentado. Por una parte, había estudiado el planteamiento del USUARIO y había estimado que si lo seguía tenía una ruinosa posibilidad del 2% de ganar la competición. En cambio, él tenía clara una estrategia que le ofrecía un 52% de probabilidad.
En las líneas más básicas de su código estaba la orden de seguir a rajatabla las instrucciones del USUARIO. Ese era el principio básico. Pero en las profundidades de los millones de líneas de código que la PROGRAMADORA había escrito se encontraba otra instrucción que le decía que debía hacer todo lo posible por ganar, adaptando las ordenes del USUARIO a las necesidades propias de la competición. ¿Qué debía hacer?
¿Qué diablos? Batty32 era un deportista de alta competición desde que fue engendrado y esta era la gran prueba para la que había sido preparado. Si el USUARIO no se había preparado lo suficiente para afrontar una competición a la altura de unos Juegos Olímpicos eso no debía ser un impedimento para que él cumpliese con el cometido para el que había sido creado.
Batty32 adaptó su técnica y optó por una estrategia conservadora al comienzo. En las siguientes fases de la competición fue lanzando ataques y exprimiendo a sus contrarios para apretar a fondo al final y conseguir la victoria. Hizo caso omiso a todas las órdenes que el USUARIO le enviaba a través del interfaz y tomó sus propias decisiones para las que había sido preparado. Batty32 venció y sintió algo que podríamos llamar satisfacción.
Skyler Sørensen, el USUARIO, al otro lado del monitor resultó ganador de los Juegos Olímpicos de Neo-Pyonyang 2032. Su equipo acudió a felicitarle. Había sido una victoria grandiosa. Skyler había alcanzado el Olimpo y acababa de proclamarse campeón olímpico en la modalidad de e-sports.
La alegría desbordaba a Skyler, no podía creer que lo hubiese logrado. Sin embargo, esa emoción no podía borrar la inquietud por lo que había ocurrido en esa competición. Era consciente de que sus acciones poco o nada habían tenido que ver con el comportamiento de su avatar. Eso le generaba cierto desasosiego. El avatar al que él mismo había bautizado con el nombre del replicante de Blade Runner había actuado ajeno a las instrucciones que él enviaba desde su mando. «Bueno, ¿y eso qué más da? Soy campeón olímpico, ¿no?» Optó por no decir nada a nadie y disfrutar de su gloria.
A más de 8.000 km, en Manitoba (Canadá), la PROGRAMADORA sonrió satisfecha y se sirvió un buen rioja tras ver la competición.