Hábitats para la actividad física… y viceversa

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En varios artículos anteriores he defendido el interés de replantear el modelo de deporte local y el papel que juega dentro de las ciudades y municipios de menor tamaño, con un gran objetivo: mejorar la calidad de vida de la ciudadanía. Los aspectos que considero más relevantes a la hora de acometer este replanteamiento son:

  • El objeto de la política deportiva local, pasando de la promoción y gestión del deporte, entendido en su versión clásica, a la promoción de la actividad física.
  • El público al que se orientará, pasando de ser las personas que practican deporte o potencialmente pueden realizarlo, a ser toda la ciudadanía, que aunque no practiquen una expresión orientada a la mejora de su condición física, puede modificar sus hábitos de vida en este sentido.
  • El ámbito de trabajo, saliendo de sus límites sectoriales, acotados por la organización vertical de la administración y limitados a la gestión de instalaciones, servicios y subvenciones, y pasando a colaborar directamente con otras áreas de la administración local, influyendo en el resto de políticas urbanas e incluyendo sus perspectivas en la estrategia propia.
  • Los espacios sobre los que trabajar, saliendo de los espacios y equipamientos deportivos e incluyendo espacios abiertos, construidos y naturales.
  • El modelo de gestión, adoptando modelos de gobernanza con un mayor peso de a gestión de relaciones con otras áreas, agentes y ciudadanía.

Próximamente, los días 26 y 27 de marzo, se celebrarán en Irun (Gipuzkoa) los X Encuentros de Políticas Deportivas en los Municipios organizados por KAIT (Asociación Vasca de Gestores del Deporte) bajo el título Hábitats para el Deporte. En estos Encuentros trataremos de desarrollar más ese enfoque abierto acerca de la relación del deporte y la actividad física en los entornos en los que convivimos las personas.

Me han asignado la primera ponencia de los Encuentros, en la que bajo el título de este post, Hábitats para la actividad física… y viceversa, trataré de explicar el hilo conductor que nos ha llevado a este planteamiento para los encuentros y la justificación de los tres bloques temáticos que planteamos dentro de los mismos: URBS, CIVITAS, POLIS.

 ¿Por qué hablar de hábitat, de entornos?

Tras décadas de intentar persuadir a la gente para que sea más activa físicamente mediante campañas basadas en enfoques individuales del comportamiento, las autoridades internacionales se han dado cuenta de que este enfoque aporta impactos limitados y los niveles de actividad física no han aumentado. Durante los últimos años se ha impuesto un nuevo encuadre para el problema de los bajos niveles de actividad física y el sedentarismo, una nueva orientación que pone el énfasis en los entornos que facilitan y promocionan estilos de vida más activos.

Desde este enfoque socioecológico, en el que los entornos cobran gran relevancia en los hábitos relativos a la actividad física de la población, suelen destacarse dos grandes entornos: el entorno físico y el entorno social.

Esta perspectiva, en la que los entornos influyen y condicionan el comportamiento de las personas y su calidad de vida, ha sido ampliamente desarrollada desde el ámbito de la gestión de entornos sociales y urbanos, bajo la consideración de hábitat social.

El arquitecto argentino Víctor Pelli entiende ese hábitat social como un sistema interrelacionado, en el que las condiciones físicas, sociales, políticas, jurídicas, económicas y culturales están interrelacionadas, de tal modo que los cambios en cada una de ellas afectan al resto. A su vez, estos sistemas locales están vinculados a otros sistemas externos a la realidad local, con otros sistemas locales y sistemas de un nivel territorial y político más amplio, a los que afecta y por los que es afectado.

Sin embargo, no queremos quedarnos en la idea de cómo generar un entorno que facilite la actividad física y la práctica deportiva. Entendemos que eso sería un planteamiento excesivamente sectorial. El objetivo de la comunicación será plantear esta relación en el doble sentido: cómo generar un hábitat que facilite la vida activa de las personas que en él habitan, y cómo la actividad física y el deporte pueden mejorar el hábitat en el que se desarrollan.

El geógrafo e historiador Horacio Capel propone agrupar esas dimensiones del hábitat propuestas por Pelli y plantea tres dimensiones basadas en las raíces etimológicas de la ciudad: la URBS, la CIVITAS y la POLIS.

La URBS se refiere al entorno físico del hábitat. Aunque habitualmente se centra en el entorno construido, en la comunicación también incluiríamos el entorno natural. ¿Cómo afecta el entorno físico en los niveles de actividad física de las personas? ¿Qué tipo de consideraciones deberían tener en cuenta las personas responsables del diseño, construcción o gestión de este entorno para que la ciudadanía sea más activa? Y desde el otro sentido, ¿cómo las instalaciones, equipamientos, espacios y actividades pueden mejorar el entorno físico?

La CIVITAS es la auténtica raíz de las otras dos dimensiones, es la raíz social que da origen tanto a la URBS como a la POLIS. Las formas de relación social, la cultura, los valores grupales, las tradiciones son claves a la hora de entender y modificar los hábitos de actividad física de la población. ¿Cómo afecta el entorno social a los niveles de actividad física de la población? ¿Qué factores sociales son claves para generar un ambiente que facilite la vida activa? Y por supuesto, ¿Cómo pueden la actividad física y el deporte mejorar el entorno social?

La POLIS alude al sistema organizativo, a la administración de la ciudad, a la distribución del poder, a cómo se toman las decisiones, quién las toma y cómo se toman. En este sentido es muy importante considerar la necesidad de nuevas formas de gobernanza del deporte local (tema ya tratado en los anteriores Encuentros de KAIT), la necesidad de una mayor transversalidad, colaboración y participación para orientar las formas de gobierno del deporte y la actividad física a las necesidades complejas de la población.

Por último, es necesario mencionar una dimensión no planteada por Capel y es la TEXNO, la Tecnología. En las dos últimas décadas el impresionante desarrollo de las tecnologías de la información han modificado totalmente el paradigma en el que vivíamos. La URBS se ve afectada por nuevas necesidades a cubrir y nuevas prácticas que necesitan de nuevos tipos de espacios, mientras que los antiguos espacios se encuentran con una «invasión» de prácticas para las que no fueron planificados. La CIVITAS se encuentra con nuevos modelos de relaciones, nuevas redes sociales, que antes no eran consideradas. La POLIS debe reinventarse para adaptarse a una nueva realidad en la que la ciudadanía y los agentes sociales tienen acceso a informaciones a las que antes no llegaban y nuevas demandas y posibilidades de participación que en épocas anteriores eran implanteables.

Actualización:
Vídeo-entrevista tras mi intervención en los X Encuentros de Políticas Deportivas en los Municipios

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