#8 de la serie «Turismo deportivo y desarrollo local: aspectos críticos»
La dimensión social del deporte es una realidad muy pocas veces cuestionada. Desde el punto de vista social, la práctica deportiva facilita las relaciones, canaliza la agresividad y la necesidad de confrontación, despierta la sensibilidad y la creatividad y contribuye al mejoramiento del clima social. Es por esto que algunos autores consideran que la actividad deportiva debería ser fundamental en el tiempo libre de las personas [1]
Sin embargo y manteniendo la línea de escepticismo de los post de la serie, en este trataré de argumentar que en muchos casos las diferentes manifestaciones deportivas, bien sean de práctica o de espectáculo pueden tener efectos negativos desde un punto de vista social.
Integración
La capacidad del deporte para la integración de las personas muestra su máximo manifestación en la organización de competiciones para personas con discapacidades físicas y sensoriales [2]. Otros eventos deportivos facilitan la convivencia entre personas de diferentes países y etnias. Un ejemplo cercano que me encanta es la Donosti Cup, una competición de fútbol entre niños y niñas, celebrada anualmente en Donostia y que en el año 2012 logró la participación de 392 equipos de 21 países. Estoy seguro que esta convivencia durante los días que dura la competición produce una actitud más favorable a la integración de personas de origen inmigrante que cualquier campaña de comunicación.
Sin embargo un evento deportivo no es una garantía para ayudar a la integración, un caso muy poco ejemplarizante es el Augusta National Golf Club, organizador del Masters de Augusta. A su cofundador Clifford Roberts se le atribuye la frase “Mientras yo esté vivo, los jugadores serán de color blanco, y los caddies serán de color negro”. No fue hasta el año 1990 cuando el club aceptó a su primer socio negro.
Socialización
La práctica deportiva, como toda actividad humana, se construye dentro del marco de las relaciones sociales de los individuos. “El fenómeno deportivo está estrechamente vinculado a la realidad social y cultural, hasta el punto que se transforma con ella”. Como producto social, la práctica deportiva se convierte en un elemento clave de socialización, entendida esta como: “la interiorización por parte de los individuos de aquellos elementos que integran un sistema sociocultural determinado y que permite las interrelaciones que hacen posible dentro del grupo la generación de vida compartida. Elementos que desde esta perspectiva, producen y recrean la diversidad grupal” [3]
Mediante el juego y el deporte, que son ellos mismos una construcción social, se aprende a vivir en sociedades. Es decir, proporcionan lecciones básicas de comunicación humana y de adaptación cultural (…) Además, el deporte facilita una especie de comunicación que va más allá de la palabra y que se encuentra situada en el ámbito de los rituales : el gesto, la implicación corporal, el contacto (…) [4]
Sin embargo en muchas ocasiones, en proyectos de turismo deportivo nos encontramos con las contradicciones de un choque cultural entre el turista deportivo y el residente.
Es en los espacios públicos, donde más se hace tangible la tensión o solapamiento de las actividades locales y los intereses del turista:
- A diferencia de los residentes, los turistas prescinden del status laboral y la vivienda; convirtiéndose en objetos de consumo y desplegando todo un abanico de actividades que abarcan: restauración, compras, paseos o excursiones, espectáculos, playas, lagos; entre otras.
- Los residentes, por su parte, son consumidores y productores del lugar y están, permanentemente, sometidos a la misma realidad y las mismas necesidades. En tanto que, los turistas son principalmente consumidores; sometiéndose temporalmente a su libertad y al placer [5].
Pero, paradójicamente, también son estos espacios los más propicios para desarrollar una socialización entre turistas y residentes.
El éxito de cualquier proyecto de desarrollo turístico podría estar amenazado por el grado en que es planificado e implantado sin el conocimiento y el apoyo de los residentes locales: enfado, apatía o desconfianza finalmente será trasmitido a los turistas, y en la mayoría de los casos, los turistas serán reacios a visitar lugares donde no se sienten bienvenidos [6]
Frente a esto hay que destacar la necesidad de la definición de un modelo de explotación turística y una planificación, la necesaria información y participación efectiva de residentes en la toma de decisiones sobre el modelo, los planes y programas a implementar.
Violencia
El ideal deseado por el Barón Pierre de Coubertin, consistía en aportar a la población, mediante la práctica deportiva, la calma, la filosofía, la salud y la belleza. Las escenas de violencia que caracterizan algunas manifestaciones deportivas en la actualidad parecen contradecir dicho ideal [7]
Lo cierto es que hechos violentos están presentes en demasiados eventos deportivos. La Comisión de Juventud, Cultura, Educación, Información y Deporte en un informe de 1987 para el Parlamento Europeo consideraba que el ascenso de la violencia se debía a la yuxtaposición de elementos diversos que transforman sobretodo el carácter del deporte profesional y que convertían las manifestaciones deportivas en espectáculos en los que entraban en juego factores predominantemente económicos, políticos y sociales. Pero, por encima de todo, la Comisión culpaba a los medios de comunicación de la violencia creciente : “la violencia existe realmente e incluso aumenta, pero son los medios de comunicación los que recargan sus tintas”
Es necesario que el deporte a través de los medios de comunicación promueva un lenguaje nuevo que destierre de su vocabulario los términos bélicos y de violencia que al mismo tiempo los medios de comunicación y los protagonistas deportivos sean capaces de eliminar de su narración esquemas agresivos -‘a por ellos’, ‘los machacaremos’…- que sean capaces de construir la celebración y la fiesta por el triunfo sobre esquemas positivos, sin necesidad de despreciar a los rivales usando y construyendo nuevos símbolos de entendimiento y eliminando el racismo en todas sus manifestaciones [8]
Educación
Siguiendo con el Barón Pierre de Coubertin, concebía “el deporte internacional como una vía de educación intercultural” una concepción muy loable; aunque a su vez al Barón se le atribuyen frases como “Las mujeres sólo tienen una labor en el deporte: coronar a los campeones con guirnaldas” o “La presencia femenina en un estadio es «antiestética», poco interesante e incorrecta”. Al parecer el deporte como vía educativa puede hacer aguas según qué educación se fomente.
Otra cuestión es la repercusión que las estrellas del deporte que acuden a los eventos, tienen en determinadas conductas de los más jóvenes, sobre todo en los hábitos de consumo y la imagen.
Fomento de la práctica deportiva
Cuando tenía 12 años… me fui a un salón grande de la escuela con mis compañeros de clase. Nos sentamos frente a una televisión antigua, en blanco y negro y vimos las imágenes granulosas de los Juegos Olímpicos de México… Ese día, una ventana a un nuevo mundo se abrió para mí. En el momento en que estaba de vuelta a mi clase, yo sabía lo que quería hacer y lo que yo quería ser. La visión de Londres es llegar a los jóvenes de todo el mundo. Conectarlos con el poder inspirador de los Juegos. Así que ellos se motiven para elegir el deporte”
Sebastian Coe, 6 de Julio de 2005
Los grandes eventos deportivos pueden ser un elemento motivador para que las personas que los ven realicen deporte. Según el estudio The Inspirational Effect of Major Sporting Events de UK Sports, El 67% de las personas que asistieron a alguna prueba en Londres’12 y el 28% de quienes las vieron por TV se sintieron motivados a hacer deporte con mayor frecuencia.
Sin embargo, el evento por sí solo no funciona, el efecto motivador desaparece si no existen otras políticas de fomento del deporte y la actividad física. Es necesario encuadrar el evento en una política general de promoción del deporte de manera coordinada entre todas las instituciones. El papel de la organización y de los medios de comunicación es fundamental.
Esto mismo es aplicable a pequeños y medianos eventos, que pueden ser grandes animadores de la actividad deportiva del territorio que los acoge. Una buena planificación y coordinación será la clave.
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[1] Rodríguez, J.A. y Zambrana, J.M. (1987) Deporte y sociedad en Europa. Salvat. Madrid.
[2] Cayuela Maldonado, M. José (1997): Los efectos sociales del deporte: ocio, integración, socialización, violencia y educación [artículo en línea]. Barcelona: Centre d’Estudis Olímpics UAB. [Consultado el: 05/11/2013] http://olympicstudies.uab.es/pdf/wp060_spa.pdf
[3] Medina, X. (1994) “El deporte como factor en la construcción sociocultural de la identidad” en VV.AA. Ciencias Sociales y Deporte. Investigación social y deporte. AEISAD, nº1, Pamplona.
[4] Puig, N. (1992). Joves i esport : Influència dels processos de socialització en els intineraris esportius juvenils. Tesis Doctoral. Universitat de Barcelona. Barcelona.
[5] Porto, I. (1997) Para una agenda de discusión del turismo como factor de desarrollo local. En: Balastreri, A. Turismo y Desarrollo Local. San Pablo, Hucitec.
[6] Castellanos, M. y Caro, F. (2006) Agentes sociales, turismo y espacios urbanos una aplicación de la teoría fundamentada en investigaciones de turismo. En: Turismo y territorio [Recurso electrónico] : conflictos, corresponsabilidad y estrategias de gestión, 2006, ISBN 84-922582-5-X , págs. 1-16 [Consultado el: 05/11/2013] http://www.aecit.org/congresos/x_congreso/comunicaciones/Caro,CastellanosyVelazquez.pdf
[7] Bernier, R. (1989) “La violencia en el deporte”, en Análisis Jurídico de la violencia en el deporte. Col.legi d’advocats de Barcelona. Barcelona.
[8] Moragas, M. (1994) “Deporte y medios de comunicación. Sinergias crecientes”, en Telos, nº 38, Madrid.
Imagen de Simon_sees en Flickr
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La serie completa:
#1 Los límites del turismo deportivo para el desarrollo local
#2 Deporte en la naturaleza, entrando en el océano rojo
#3 Turismo deportivo en la naturaleza: cuando el éxito conduce al fracaso
#4 Los eventos deportivos ¿economía real o Monopoly?
#5 El deporte y el turismo como parte de un Sistema
#6 Problemas ambientales del turismo deportivo
#7 El equilibrio entre turismo deportivo y naturaleza
#8 La dimensión social del turismo deportivo
#9 Grandes eventos deportivos y ciudades-escaparate
#10 Megaeventos para la ciudad maqueta
Me encanta la cita de Sebastian Coe.
Efectivamente, para bien y para mal, el deporte tiene una innegable dimensión social. El estudio sociológico del deporte es apasionante, no en vano, el deporte se ha usado desde la cuna de las civilizaciones para mucho más que para lograr méritos deportivos. La sutileza con la que cuelgas la foto de CR7 esconde mucha reflexión sobre la transformación ideológica de nuestra sociedad, la banalización del esfuerzo y la idolatría del triunfo.
Aunque vivir en este mundo conlleva intrinsecamente una cierta dosis de competición con nuestros congéneres, no sé hasta que punto es positivo que recibamos tantas influencias, tanta motivación para ganar, como si quedando segundos nos convirtiéramos en perdedores. Olvidando a CR7, ni siquiera Rafael Nadal es necesariamente un modelo para todos (aunque en todos los teledirarios se ocupen de recordarnos que sí),
Gracias Salvador.
Efectivamente el modelo de imagen y consumo que se trasmite en demasiadas ocasiones por las estrellas del deporte no es el más deseable. Cuando se organiza un evento en el que participarán grandes estrellas estaría bien tratar de alcanzar acuerdos en este sentido con los medios de comunicación. Sé que es muy complicado, especialmente tratar de cambiar los mensajes publicitarios, sin embargo, dentro de lo posible habría que tratar de, al menos, hacer llegar este mensaje desde la ciudad organizadora. Esto puede mejorar tanto el mensaje educativo como los problemas relacionados con la violencia. En los Juegos Olímpicos de Sidney y de Londres ya se hicieron algunos esfuerzos en este sentido.
De todos modos, esto no es cosa del presente. He recordado que escribí un post sobre problemas muy similares a los actuales ya en la Antigua Grecia:
El deporte hoy en día ya no es lo que era, ¿o sí?
https://economiaenchandal.com/2012/12/31/el-deporte-hoy-en-dia-ya-no-es-lo-que-era-o-si/
Salu2
PS: La foto de CR7 no la fui buscando, la vi y me parece un claro ejemplo de lo que comento. No siento una especial animadversión por CR7, pero el modelo humano que transmite en esta foto es chulesco, misógino, consumista… «No mires a mi chica que te meto». En fin, me parece una foto muy poco afortunada.