Los eventos deportivos ¿economía real o Monopoly?

Olympics

#4 de la serie «Turismo deportivo y desarrollo local: aspectos críticos»

Como escribía en el primer post de la serie, el concepto de turismo deportivo ha evolucionado y ha pasado de considerarse turismo deportivo aquellas actividades turísticas relacionadas con la realización de alguna actividad deportiva a incluir también el turismo relacionado con la asistencia como espectadores a eventos deportivos

El turismo de eventos deportivos ha alcanzado un importante reconocimiento como modelo de atracción turística, especialmente en entornos urbanos. Las citas deportivas pueden convertirse en grandes atractivos turísticos, con una elevada capacidad de generar ingresos en las ciudades en que se organizan y que podrán acoger un importante contingente de personas que acudirán a estas citas.

De hecho, entre las personas residentes en Baleares (tomo este ejemplo ya que estos post se apoyan en la presentación que he realizado recientemente en Mallorca), el turismo generado por eventos y espectáculos deportivos es el que goza de mayor apoyo. Tres cuartas partes de los residentes opinan que este tipo de actividades deben potenciarse para atraer un mayor número de turistas [1]

Debido a las posibilidades que ofrece y al crecimiento del número de eventos organizados por las ciudades y regiones, existe un creciente número de estudios y evaluaciones del impacto económico que generan estos eventos allí donde se organizan. Al fin y al cabo, con los resultados económicos se justifican y magnifican multitud de actuaciones, algunas de dudosa moralidad.

Sin embargo, son cada vez más las voces críticas que surgen de este tipo de análisis, voces críticas que se apoyan principalmente en dos aspectos: los problemas de medición de este tipo de impactos y la parcialidad de muchos de estos estudios, orientados a satisfacer los intereses de los organizadores de los eventos.

Los problemas de medición

La importancia que han adquirido los eventos deportivos genera la necesidad de medir sus efectos económicos y sociales. Pero esta labor es compleja y las personas que los analizan se encuentran con una serie de problemas para su medición. Pedrosa y Salvador (2003) [2] clasifican los problemas de la medición económica del deporte en tres apartados: conceptuales, estadísticos y metodológicos.

Conceptuales

Las distintas formas de entender el deporte, sus diferentes definiciones, la gran variedad de actividades que incluye, las múltiples funciones que cumple o la dificultad de precisar sus magnitudes económicas más relevantes son factores que dificultan la labor de análisis.

Estadísticos

Los propios problemas conceptuales hacen que las estadísticas del deporte sean escasas, incompletas, deficientes y dispersas en la mayor parte de los países.

Metodológicos

No existe una metodología óptima para evaluar la incidencia y/o el impacto económico de un evento o instalación deportiva. Barajas, Salgado y Sánchez (2012) [3] señalan seis métodos utilizados en los estudios de impacto de eventos e instalaciones deportivas:

  • Cuentas Satélite
  • Tablas Input-Output
  • Modelo de Equilibrio General Computable
  • Análisis Coste-Beneficio
  • Valoración Contingente
  • Análisis Sectorial-Regional.

Tal como señalan los autores, las metodologías existentes no son excluyentes entre sí, por el contrario, se complementan.

Intereses

Estas dificultades e indefiniciones permiten a aquellas personas interesadas en justificar los proyectos, normalmente sus promotores, elaborar informes que muestran importantes beneficios y generación de puestos de trabajo en aquellas ciudades en las que se organizarán los eventos, “el carácter parcial de la medida, en general limitada a los efectos inducidos positivos, sirve con frecuencia a los intereses de los promotores de los proyectos” [4]

En general, podemos encontrar que muchos de los estudios interesados en justificar la organización de eventos incluyen los siguientes “errores”:

  • Obviar el efecto sustitución, incluyendo consumos de personas locales, que de no organizarse el evento podrían gastar en otras actividades, incluso con un mayor impacto.
  • Obviar el efecto desplazamiento, es decir, no tener en cuenta que un evento atrae a personas pero puede disuadir a otras personas, que dejarán de acudir a la ciudad por temor a saturación, vandalismo, etc.
  • Obviar el efecto fuga, no teniendo en cuenta que una parte (en ocasiones muy elevada, como los futbolistas extranjeros de un club) de los gastos realizados van a pagar a personas y empresas de fuera de la ciudad [3].
  • No considerar los costes de oportunidad, es decir, no valorar los beneficios del mejor proyecto alternativo [5]. En definitiva ¿podría dedicarse ese dinero a una alternativa mejor?

Según Kuper y Szymanski (2012) [6] el primer economista que cuestionó el pensamiento mayoritario fue un antiguo jugador de baloncesto, Rob Baade, quien en un hipotético caso analizó la incidencia económica de un partido en Nueva York al que acudían 30.000 aficionados [7]. Baade analizó este impacto siguiendo dos modelos:

El “modelo interesado”, computando los gastos realizados por los 30.000 aficionados y estimó un beneficio de $720,000

El “modelo ajustado”, solo teniendo en cuenta los gastos realizados por los no residentes y estimó un beneficio de $22,200

Kuper y Szymanski (2012) sostienen que casi toda la investigación alcanza el mismo resultado: alojar grandes competiciones deportivas no aumenta el número de turistas, o de empleos a tiempo completo, o el crecimiento económico total [8]

La conclusión es clara: no basta con calcular la incidencia económica de un proyecto sin calcular cuál es la utilidad del mismo para la población [4]

El impacto de los eventos deportivos transciende los resultados económicos, es necesario evaluar otras dimensiones como su capacidad de dinamización, revitalización y desarrollo del tejido socioeconómico general, cuestiones sociales relacionadas con la equidad y la redistribución de la riqueza, así como los impactos de los mismos en el medio ambiente y en el modelo de ciudades y territorio.

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[1] Aguiló, E., Rey-Maquieira, J., Bartolomé, A., Ramos, V.; “El papel de los residentes en el desarrollo del turismo deportivo como segmento de competitividad de un destino turístico. El caso de Baleares” Universitat de les Illes Balears / Departamento de Economía Aplicada. Disponible en internet, consulta del 23 de septiembre de 2013.

[2] Pedrosa, R. y Salvador, J. A. (2003). «El impacto del deporte en la economía: Problemas de medición» en Revista Asturiana de Economía, nº26: pp. 61-80. Disponible en internet, consulta del 23 de septiembre de 2013.

[3] Barajas, A.; Salgado, J.; Sánchez, P. (2012). “Problemática de los estudios de impacto económico de eventos deportivos” en Estudios de Economía Aplicada, nº30: pp. 441-462. Disponible en internet, consulta del 23 de septiembre de 2013.

[4] Gouguet, J. J. (2001), “La incidencia económica del espectáculo deportivo: definición y medida”, en J. M. Otero (dir.) Incidencia económica del deporte. Málaga, IAD.

[5] Késenne, S. (2001), “El problema de los estudios de incidencia económica en el deporte” en J. M. Otero (dir.) Incidencia económica del deporte. Málaga, IAD.

[6] Kuper, S.; Szymanski, S. (2012), Soccernomics, 2ª edición.

[7] Baade, R. (2001) “Valoración de los argumentos a favor de la subvención pública al deporte profesional: experiencias de Estados Unidos”. en J. M. Otero (dir.) Incidencia económica del deporte. Málaga, IAD..

[8] Pasqual, J., Serrano, E., Trillas, F. (2012) Costes y Beneficios de unos J.J.O.O.: ¿La excepción de Barcelona?. Càtedra Pasqual Maragall d’Economia i Territori  de la Universitat de Barcelona. Disponible en internet, consulta del 23 de septiembre de 2013.

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La serie completa:

#1 Los límites del turismo deportivo para el desarrollo local

#2 Deporte en la naturaleza, entrando en el océano rojo

#3 Turismo deportivo en la naturaleza: cuando el éxito conduce al fracaso

#4 Los eventos deportivos ¿economía real o Monopoly?

#5 El deporte y el turismo como parte de un Sistema

#6 Problemas ambientales del turismo deportivo

#7 El equilibrio entre turismo deportivo y naturaleza

#8 La dimensión social del turismo deportivo

#9 Grandes eventos deportivos y ciudades-escaparate

#10 Megaeventos para la ciudad maqueta

#11 Turismo deportivo y dispersión urbana

#12 Turismo deportivo y desarrollo local: aspectos críticos

3 Respuestas a “Los eventos deportivos ¿economía real o Monopoly?

  1. Pingback: La ciudad de los eventos | Economía en Chándal·

  2. Pingback: La ciudad de los eventos | Intangibles y deporte·

  3. Todo un descubrimiento este blog ,coincido en casi todas las reflexiones que se proponen y es una buena fuente de conocimiento de las sinergias que se pueden crear en el ámbito del deporte (privado/público) y las oportunidades económicas que se pueden generar.Un saludo.

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